http://seguridad-financiera.blogspot.com/2008/12/creando-una-librera-de-finanzas.html

24 septiembre 2009

Mi desgarradora historia de la compra y posterior venta de mi vehículo.

Hola a todos; hoy quisiera contarles, con mucha vergüenza, la historia de cómo compré mi último automóvil. He cambiado los precios a dólar estadounidense para que tengan una mejor perspectiva del asunto.

Si uno se pusiera a pensar en todas las veces que comete errores, se nos nublaría la mente, aunque este error cometido ha sido ¡el más costoso del siglo! Es como si hubiera cambiado un riñón por una bolsa de empanadas con carne. En pocas palabras: el peor trato que he hecho en mi vida.

¿Y porque digo esto? Veamos la historia.

Cuando llegué al país donde vivo ahora, mis colegas venezolanos que estaban viviendo aquí, me comentaron que el mejor automóvil precio-valor era la Nissan X-Trail. Comenzaron a decirme sus ventajas, de cómo TODOS los venezolanos la tenían y me hablaron tanto de ella que mi pequeña vocecita interna me dijo “si no la compras estas medio loco”.

Fui al concesionario Nissan a verla (Error No.1: Fui con uno de mis “amigos”). El Vendedor me dio el precio: US$28500, incluyendo seguro y gastos administrativos; dejando US$ 800 de inicial y 42 cuotas de 650 US$. “Nada mal” me dijo mi vocecita interna.



Otros automóviles, menos costosos, y que rondaban por los US$ 330 mensuales pasaron por mi vista; a todos les veía algo malo (asientos incómodos, colores que no me gustaban, garantía, etc.). “Además la X-Trail es 4X4” me dijo la vocecita interna (Error No.2: Pensar negativamente sin mirar el precio-valor de lo que YO QUERIA PARA MI).

Luego de 15 minutos decidí comprarla (Error No.3: No haber meditado esta compra por lo menos 24 horas). Hice los papeles del banco y me dieron la camioneta en 2 días.

Luego de 6 meses me llegó la cruda realidad: había comprado una CAMIONETA para ir al trabajo, cuando la distancia de mi casa a la oficina son ¡5 KILOMETROS!; eso quiere decir que usaba la camioneta por 20 kilómetros diarios (incluyendo el viaje al mediodía para almorzar).

Para los que todavía no lo entienden, acabé comprando una camioneta 4X4 para un viaje que bien pude haber hecho toda la vida con un auto usado, o un automóvil pequeño. Allí comencé a angustiarme: ¿tendría que pagar más de US$ 28 mil en casi 4 años para este viaje? La vocecita no aparecía por ningún lado; y era mejor así.

Me di cuenta que había cometido un terrible error: Yo, una persona que había pasado por un despido injustificado, casi en bancarrota, dueño de un blog de Finanzas Personales, donde le explico a la gente que tiene que ahorrar para obtener su seguridad financiera, en medio de este problemón. No es que no pudiera pagar la camioneta, no, el problema era que me DOLIA pagarla para el uso que le estaba dando.

Decidí, tal como lo hizo Rosa Parks aquel día de 1955 en el sur de Estados Unidos, que debía cambiar: iba a vender la camioneta.

La matemática fue sencilla:
- Costo total de la camioneta: US$28000
- Menos 7 mensualidades + Cuota inicial = US$5350
- Quedaban por pagar = US$22650
- Un auto usado sedan = US$ 3500
- TOTAL AHORRADO = US$ 19150

¿De verdad estoy ahorrando US$ 19150? la verdad es que no es ahorro, porque tendría que sumar también los otros US$5350 que ya había pagado anteriormente. Pero bueno, si utilizamos la metáfora médica, puedo parar la hemorragia y con esto dejaría sanar la herida.

¿Saben que pasó? La vocecita volvió, y se oía más fuerte que nunca: “¿Por qué la vas a vender si ya es tuya? Recuerda que si el carro de tu esposa se daña tendrías ese automóvil chiquitito; ¿que te piensas comprar para meter a toda la familia? ¡No te van a caber las bolsas del supermercado! ¡Tus amigos VAN A PENSAR que eres un fracasado!”

Dudé queridos amigos; dudé por otros 6 meses más, hasta que me llegó una e-mail de mi amiga Lisbella: ella vive en Europa, donde los carros se deprecian mucho más; ella me comentaba que había perdido mucho dinero comprando un auto carísimo, que luego fue vendido por ¡40% menos de su valor! Esto me hizo abrir los ojos mucho más. Esto me decía que no era sólo yo, que era contagioso y se podía expandir por todo el mundo. Tenía que cortar el problema de raíz, sacrificando una pequeña suma ahora, pero ahorrándome una suma grande al final.

Por fin publiqué un aviso para venderla. Fueron 6 meses donde pude haber parado la hemorragia, pero la vocecita no me dejaba tranquilo. Fue el miedo al rechazo, el miedo a parecer inferior lo que motivó a que postergara la venta. ¿Y saben qué? Fue estúpido no haberlo hecho. Verán: cuando estemos viejos y nuestros hijos se vayan, y estemos retirados del trabajo, muchos de nosotros no podremos soportar el estilo de vida que llevábamos simplemente porque nos gastamos todos nuestros ahorros en banalidades como una camioneta; no tendremos oportunidad de conocer el mundo, de ayudar a los necesitados, ni podremos tener seguridad financiera para por ejemplo, llevar a nuestros nietos de vacaciones.


Pongámoslo de otra manera: Manteniendo un estricto control en sus gastos, ahorrando para el futuro y obteniendo seguridad financiera, estoy seguro que iré a visitar al geriátrico público a muchos de mis amigos, mientras yo manejo un auto último modelo (en el 2034) que me permita mostrar el bronceado de mi vida en Miami, Florida. Se siente mucho mejor la decision que he tomado.

El camino a la seguridad financiera es largo, sacrificado en el presente para ser próspero y amplio luego; y este camino sólo lo podemos ver aquellos que miramos nuestro futuro con determinación y una fuerte certeza de tener una vida mejor cuando nos hayamos retirado como lo merecemos, sin limosnas.

¿Cómo estoy ahora? Súper feliz: mi esposa me lleva al trabajo, y estoy pensando comprarme un auto usado para los 20 kilómetros diarios entre mi trabajo y la casa. Cuéntame cual ha sido tu peor decisión financiera y cómo pudiste remediar la situación (si tu vocecita interna te lo permitió).
Share